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("Ciencia ficción: enciclopedia ilustrada", comentario de Armando Boix. Derechos de autor 1997, Armando Boix)

Hay libros que se reciben con indiferencia, otros se convierten en una agradable sorpresa y unos pocos revisten carácter de verdadero acontecimiento. La escasez de libros de referencia sobre ciencia ficción nos hace acoger esta premiada obra de Clute -Locus y Hugo- con una enorme alegría, aunque en nuestra labor de críticos debamos apuntar algunos "peros".
El primero y principal es su superficialidad. El repertorio de temas de los que se ocupa es bastante completo y estos están escritos con mucha corrección, pero sin profundizar, como si se tratará de una invitación al lector más que un análisis metódico. Así, en las páginas dedicadas a los autores, los datos biográficos son casi inexistentes, limitándose a darnos una visión muy general de su obra, en especial de aquellas novelas que pueden considerarse más características.
Esto puede entenderse fácilmente si tenemos en cuenta que Clute es coautor de otra obra de consulta más exhaustiva -The Encyclopedia of Science Fiction-, con casi 1400 páginas de apretado texto al que los lectores anglosajones pueden dirigirse en caso de querer adentrarse en el conocimiento del género. La Enciclopedia ilustrada sería, pues, un buen complemento, un recreo visual que en modo alguno puede sustituir a la obra anterior. Por desgracia, al no encontrase traducida, el lector español no puede entrar en ese doble juego y ahora tiene sólo un volumen muy atractivo, aunque, a poco que sea un aficionado veterano a la ciencia ficción, apenas encontrara nada que no sepa ya.
Desde luego -y perdonad la perogrullada-, el punto fuerte de esta enciclopedia visual es todo el material gráfico que contiene: podemos disfrutar de portadas de revistas clásicas, primeras ediciones de novelas famosas, fotografías de los escritores más destacados... El texto que lo acompaña es impecable, como hemos dicho, pero su versión española tiene lagunas. En las bibliografías de los autores se han sustituido, cuando existen, los títulos y editoriales originales por los de sus traducciones al castellano. No está nada mal la idea, si se hubiera hecho con rigor y no sólo a medias. Por poner un par de ejemplos de autores conocidos, de Connie Willis no consta la existencia de una traducción de Light Raid (Raid de luz, en Júcar), ni de Iain Banks la traducción de The Bridge (El puente, en Alcor). No son excepciones, sino una muestra realizada abriendo al azar un par de páginas. Incluso llego a preguntarme si Miquel Barceló, que firma como revisor del texto, no ha dejado intencionadamente esas lagunas para que los aficionados a las bibliografías nos entretengamos a la caza del gazapo.
Por si no ha quedado claro al principio, no quisiera que estos defectos que señalo mermaran el interés de posibles lectores. El libro de Clute es valioso e insustituible, y debemos agradecer a Barceló y Ediciones B. el haber asumido el riesgo de publicarlo.