CONTENIDO LITERAL

("Castillo de Lord Valentine [el]", comentario de Juan José Parera. Derechos de autor 1983, Juan José Parera)

Es esta una novela polémica en muchos aspectos, (entre otros en el precio. ¡Qué precio!) ¿Se trata, como algunos afirman de la vuelta a la CF de un Silverberg separado de ella durante años? ¿De una entrada por la puerta grande? Algunos piensan que esta novela sólo se hizo para ridiculizar el género, que Silverberg deseaba regresar para poner en el candelero a todos los que le habían considerado como un autor de segunda fila y reírse de ellos. De una u otra forma, los comentarios oscilan entre la maravilla absoluta o la denominación de basura infecta. Ecléctica y astutamente que quedo en el centro.
Abundan las descripciones, en casos muy logradas, de paisajes-seres-costumbres a través del inmenso espacio que es Majipur, con multitud de nichos ecológicos capaces de albergar muchas razas de seres inteligentes, semiconscientes, animales y una densa gama vegetal (hasta un extramajipuriano). La sorpresa parece surgir en cada página coronando toda la obra con una sorpresa final.
Junto a estas características que demuestran las tablas de las que sin duda Silverberg dispone en abundancia, la narración es de forma general tan sumamente lineal que tal parece un libro de caballerías con aventuras en sucesión, con un futuro puesto en el final (casi en la contraportada), cerrando cualquier posible ramificación.
Valentine, protagonista indiscutible, quizá únicamente por ser el más profundizado va a llevar a cabo una gesta claramente dividida en partes con escasa relación con las divisiones de la novela.
1) Vencer el ambiente: Pruebas sin límite: tiempo, distancia, elementos, escaramuzas.
2) Vencerse a sí mismo para reencontrar su verdadera identidad. A través de sueños, oráculos, envíos, palabras veladas y los exámenes psicológicos de la Isla del Sueño.
3) Vencer a la burocracia como aparato del poder. En un lugar kafkiano a primera vista se esconde el poder ejecutivo. Nuevas pruebas esta vez menos variadas.
4) Vencer al poder y retomarlo. Con una batallita y... un golpe de efecto. Estos golpes de efecto, lo menos consistente de toda la narración, se repiten una y otra vez.
El problema del camino se resuelve de un plumazo. Valentine tiene un innato don malabarístico. Las escaramuzas y decepciones: sin problema llevando al "mago-soluciónalo-todo" y allí donde éste no alcance siempre hay una guerrillera a punto. ¿Que no puedes con los test psicológicos? Te los saltas y en paz. Después te regalan un cacharro para hacer envíos mentales... En última instancia en una página puede enamorar a una funcionaria que le veda una puerta.
Realmente es difícil imaginar como no podría lograr su cometido a pesar de todas las circunstancias adversas.
Concluyendo: habrá que esperar hasta que Las crónicas de Majipur se editen y saber si el conjunto merece la pena o hay que archivarlo entre los de "sí, pero...".