|
CONTENIDO LITERAL
("La juguetería mágica", comentario de Adolfina García. Derechos de autor 1997, Gigamesh)
Lo último volcado al castellano de Angela Carter es la historia de la evolución de Melanie, una adolescente rica, frívola y superficial cuya vida cambia radicalmente tras el fallecimiento de sus padres.
Melanie, cuya única preocupación a sus quince años es la posibilidad de no casarse o, peor aún, engordar y morir virgen a consecuencia de ello, se ve obligada a viajar con sus hermanos -Jonathon, algo menor que ella, un muchacho miope y desmesuradamente abstraído cuya única pasión en el mundo son las maquetas de barcos; y Victoria, de cinco años de edad, de quien Melanie se plantea a menudo su subnormalidad- a casa de su tío Philip, el prototípico padrastro malvado de los cuentos (aunque en éstos suele ser madrastra) que tiene tiranizados a su esposa Margaret, una mujer muda y muy sacrificada, y los hermanos de ésta, Francie y Finn. Melanie, que se siente supersticiosamente culpable del accidente de avión de sus padres, se ve obligada a cambiar su vida opulenta, cómoda y ociosa por una existencia humilde en los extrarradios de Londres, en una casa desangelada en la que la mera presencia de tío Philip basta para amargarle la vida a todos.
La juguetería mágica no es, por su argumento, una novela de ficción propiamente dicha. El halo fantasioso que la pluma de Carter aporta a toda la historia se acerca más al género del realismo mágico sudamericano que al fantástico o la ciencia ficción. Pero, etiquetas aparta, se trata, por su ambientación, sus personajes y su estilo narrativo, de una novela inolvidable. La personalidad en evolución de Melanie, la brutalidad del tío Philip, un artesano fabricante de juguetes que está más cerca de Esqueleto Ridpath en sus momentos malos que del bueno de Gepetto; Finn, un muchacho enamorado de la belleza de Melanie y que suscita en ella ternura, repulsión y sensualidad a partes iguales; Margaret y Francie, dos hermanos protectores y cálidos que comparten un secreto cuya salida a la luz hará que se desmorone la forma de vida impuesta por el déspota cabeza de familia. Los seres surgidos de la imaginación de Carter se combinan mágicamente para dar como resultado una obra imprevisible, agradablemente desconcertante y muy satisfactoria.
|