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CONTENIDO LITERAL
("Preservad la tierra", comentario de Julián Díez. Derechos de autor 1997, Gigamesh)
Esta misma pregunta cabe hacérsela a raíz del último tomito de Cuadernos Espiral. Se trata de una colección animosa que creo necesario apoyar por la puerta que abre a los nuevos autores españoles. Sin embargo, su última entrega, este Preservad la Tierra, tiene un interés ínfimo y quizá debería llevar al editor a replantearse los estándares de calidad del proyecto.
Se trata de una historia ecológica, patéticamente bienintencionada, en la que el autor novato recurre al arsenal de los más manidos tópicos del género. Al igual que en algún otro título reciente de la colección, como el de Sergio Mourelle, se echa de menos una mínima labor de orientación por parte de alguien que contribuyera a limar momentos absolutamente teatrales, diálogos de guardarropía y presuntos efectos sorpresa sin contenido. Sin llegar al extremo de algún momento de la ya citada de Mourelle (en la que unos personajes quedan a comer y cuando se levantan de la mesa se despiden para ir a dormir, porque al autor se le ha olvidado que no estaban cenando), este Preservad la Tierra es un ejercicio de prácticas que esperemos no sea representativo de la obra futura del autor, y que desde luego jamás debió de abandonar el entorno privado en su difusión. Lo más ecológico hubiera sido ahorrar el papel gastado en Preservad la Tierra. Hay que dar gracias por su trabajo promocional, pero sería deseable que lo dedicara a pulir a la gente a la que da cobijo y no a publicar indiscriminadamente, aunque eso supusiera una periodicidad menor.
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