CONTENIDO LITERAL

("Pastores de estrellas", comentario de Juan José Parera. Derechos de autor 1995, Juan José Parera)

Este volumen contiene la novela corta Pastores de estrellas y el relato "Tal vez soñar". ¿Qué hace que Pastores de estrellas se presentara al premio UPC de 1993 y no consiguiese quedar en primer lugar? Pues que la obra fuese de peor calidad que El mundo de Yarek de Elia Barceló y que Nuestra Señora de la máquina de Alan Dean Foster (véase a este respecto la reseña aparecida en el número 38 de BEM) o, expresado de una manera más exacta, que el jurado considerase que lo era.
Y es que la novela se promociona como una de las dos o tres mejores, al margen de la ganadora, presentadas por autores españoles, en palabras de Miquel Barceló, uno de los miembros del jurado.
No voy a criticar aquí la decisión del jurado ya que la lectura de Pastores de estrellas no permite deducir que tuviese que haber recibido el primer premio. Básicamente porque se advierte en ella la escritura de un principiante, o quizás mejor dicho, de alguien que todavía no tiene muchas tablas. Por contra, la idea, la trama y sus enlaces están bien pensados. Falla el volcado en palabras.
La humanidad ha evolucionado desde hace millones de años hacia formas que les hacen estar más cerca de los dioses que de los terrenos. Son pocos, son etéreos, son inmortales, son egoístas y crueles; hombres devenidos por la evolución natural .y la ayuda que a ésta ellos mismos han proporcionado. Tienen un emperador a quien protege un Clan de hombres y una Cámara que se encarga de legislar y administrar en la Tierra todos los asuntos de las siete razas que son competencia de los hombres y tienen una Conspiración que, desde hace tiempo, pretende la muerte de Metroporos I.
Las descripciones de las siete razas me recordaron rápidamente a otras especies que también existen claramente diferenciadas en cuanto a su morfología y la asociación de la misma con sus funciones, por ejemplo: las de la Saga de Chanur (C. J. Cherryh), las del Planeta de la aventura (Jack Vance) y las de Dune (Frank Herbert). No existe, aparentemente, plagio alguno, lo que constituye un aliciente más aunque su creación, a pesar de intuirse, constituye un misterio y una de esas cosas poco exploradas por la narración.
Pastores de estrellas crea algo importante: con pocas descripciones, algunos diálogos y unos sueltos que forman el informe que una de las razas está elaborando, Daniel Mares consigue trasmitir la sensación de todo un universo. Desde luego un espacio suficiente como para contener multitud de pequeñas historias. Así pues; aunque me cueste decirlo, estamos ante una novela corta que no consigue su objetivo a pesar de que la idea central y el entorno que lo envuelve sean brillantes.
No es este el lugar para andar con paños calientes. En BEM se comenta/critica/reseña con los criterios más homogéneos posibles. Y los míos para "Tal vez soñar" son los siguientes: el cuento me ha gustado mucho. Fácilmente encuadrable dentro de esa categoría que ha venido en llamarse ciberpunk comparte con ella las características de la alta tecnología que, en realidad, no son más que chapuzas electrónicas. El resto tiene mucho más nivel que las tonterías que generalmente se describen como novedosas.
¿Pegas?... Tiene, claro que sí. Hay algo (o mucho) de una famosa película al final del relato y, si se me apura, se puede llegar a intuir entre las líneas de la lectura, pero ello no invalida el ejercicio realizado.
En resumen: una novela corta que falla en su redacción y no en las ideas, un relato que cojea al final en sus ideas mientras conserva una adecuada escritura, un autor que se tiene que pulir escribiendo mucho y rectificando más. Nada de todo ello podría merecer mucha atención salvo el hecho, y el tiempo dirá si me equivoco, que autores con el potencial de Daniel están formando la base de la ciencia ficción española del siglo veintiuno.