CONTENIDO LITERAL

("Regreso del rey Arturo [el]", comentario de Xavier Riesco Riquelme. Derechos de autor 1995, Xavier Riesco Riquelme)

La leyenda Artúrica, desde que Mallory le dio su forma definitiva en la Morte Darthur, es uno de los recursos más usados y más influyentes en la literatura fantástica y ha producido algunas de las mejores obras de la literatura en general; como Camelot de T. H. White, o Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros de Steinbeck, junto con una pequeña miríada de obras revisionistas dentro del género -como son Las nieblas de Avalon de Zimmer Bradley o Castleview, la difícil novela de Gene Wolfe. La obra aquí reseñada no llega a la altura de sus predecesores ni mucho menos, pero tiene algunos valores propios que hacen que su lectura sea, como mínimo, interesante -dejando a un lado el hecho de que su narrativa es evidentemente la de un bestseller, lo que no aporta nada pero al menos hace su lectura fluida (no hay forma de escritura que algo bueno no tenga, parafraseando a Cervantes).
El regreso del rey Arturo no parte tampoco de una premisa original: la reencarnación de algunos de los arquetipos artúricos en el presente; incluyendo al mismo Rey pasado y futuro y a alguno de sus caballeros, para luchar de nuevo contra el mal -ese mal por amor al mal que es un legado de la visión artúrica medieval y opuesto a un bien de naturaleza divina, tan utilizado en la literatura de "espada y brujería". Lo original de este libro es que no intenta repetir el conflicto de Arturo con su hermanastra Morgana, sino, conscientes sus autores de que ciertos esquemas están casi agotados (por no hablar del propio tópico artúrico), eligen como villano a uno de los personajes más oscuros del ciclo: el Caballero Sarraceno, convirtiéndolo -y adaptándolo a las necesidades del mal moderno en un psicópata dotado de inmortalidad que contribuyó activamente en la caída del sueño de Camelot. Los protagonistas, por su parte, son Arthur Blessing -el nombre es símbolo de su destino y ascendencia (esto es ironía: no debe ser muy difícil identificar al personaje) y un agente del FBI que resulta ser una reencarnación de Galahad, que ha venido a completar el trabajo que le fue encargado: cuidar de su Rey.
Lo interesante es ese apunte que explora -en la medida que la concepción del libro lo permite- la pervivencia del ideal caballeresco de virtud y bondad en el mundo moderno, contra un mal moderno y asumido, impersonal. Si el conflicto está o no bien resuelto corresponde al lector juzgarlo -yo creo que no se le puede pedir más a una novela hecha con el evidente propósito de entretener y no el de discutir ideologías medievales. Para terminar diré que hay una curiosa mezcla de elementos: desde la investigación biológica de las propiedades del Santo Grial hasta la mística de la nueva era y el proyecto de renovación milenarista, pasando por una pequeña historia de la vida de médico en diferentes épocas.
Entretenida.