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CONTENIDO LITERAL
("Reina de los condenados [la]", comentario de Xavier Riesco Riquelme. Derechos de autor 1995, Xavier Riesco Riquelme)
Hacer una reseña de unos libros que ya llevan tiempo publicados en español implica que han ocurrido una o más de tres cosas: 1) Reedición 2) Se han puesto de moda 3) Es un clásico de valor indiscutible. En este caso son las opciones 1) y 2) las que priman. La número 3) también tiene razón de ser aunque su valor como clásico sea discutible.
A estas alturas la producción de Anne Rice es de todos conocida. Incluso hablar sobre el argumento de sus libros carece de sentido, son universalmente famosos. Entonces ¿qué razón de ser tiene esta reseña?. Reivindicar algo en la obra de Rice que creo que es lo que la convierte en una buena escritora: Su capacidad para justificar a sus personajes, de darnos los puntos de vista de todos ellos, de escribir sobre fantasías oscuras sobre personajes que no son humanos -o no deberían serlo- y sin embargo dotarles de sentido, de capacidad para describirse a ellos mismos.
Para mí un ejemplo de esto es lo que ocurre entre el primer libro y el segundo, y hablaré mayormente de la polaridad de los personajes principales de uno y otro: En el primer libro de la serie el punto de vista dominante de la narración es el de Louie, la descripción del mundo nos viene tamizada por el filtro del personaje y asistimos a sus crisis de conciencia, a su incapacidad de obtener una auténtica ética de depredador y su descripción de su relación con Lestat. Louie genera el arquetipo de depredador atormentado por serlo mientras que Lestat responde a otro arquetipo más simple, más exultante, más orgulloso de su condición y mucho más identificable con el vampiro clásico, es lo que es y parece contento de serlo. En el segundo libro la voz de la narración es la de Lestat, y entonces asistimos a un auténtico trabajo de justificación del personaje; Lestat se explica a sí mismo bajo el artilugio de un libro escrito como réplica a la visión unidireccional de Louie. Obviamente ambos libros chocan, Rice tiene que permitirse alguna licencia en la reinterpretación del pasado que aparece en Lestat, pero de todas formas el pasado es mutable y depende del observador. Se le podría criticar a Rice que el cederle la voz a Lestat para su justificación es la salida más fácil, pues Lestat es un personaje mucho más atractivo que el de Louie y por tanto la identificación del lector tiende a concederle más crédito; el hecho de que Lestat sea más atractivo como personaje es, probablemente, la razón de que la segunda parte verse sobre él y no sobre algún otro, y que ese protagonismo se mantenga en la tercera (y en la cuarta) parte de la serie.
Para mí los dos primeros libros de la serie son los más interesantes, mientras que el tercero se basa en algo que creo Rice no debería haber hecho (pero reconozco que yo no soy nadie para decirle aun escritor que debería o no hacer con su obra, una cosa es una postura crítica y otra cosa meterse donde simplemente no puedes opinar con plena justificación): Revelar el verdadero origen del vampirismo en el mundo de Rice priva a sus personajes de uno de sus grandes logros: la lucha por conocer la verdad acerca de su origen, por adaptarse a un mundo en el cual no parece haber lugar para ellos y en el que ellos ignoran cual es su función, si forman parte de un orden divino (o demoníaco) es un gran catalizador de muchas de sus respuestas emocionales. El preguntarse ¿por qué somos? y no obtener respuesta añade interés al modo en el que los personajes reaccionan ante el mundo. Lestat parece aceptar sin preguntas, aunque luego sea el descubridor de la verdad, mientras que Louie pregunta y fracasa en obtener respuesta, añadiéndose a su angustia.
Esto es lo que verdaderamente me parece que Anne Rice consigue hacer con sus personajes. Y es en esto en lo que creo que radica el verdadero valor de sus libros.
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