CONTENIDO LITERAL

("Peregrinación: el libro del pueblo", comentario de Xavier Riesco Riquelme. Derechos de autor 1995, Xavier Riesco Riquelme)

Una de las facultades mas importantes de un escritor es la creatividad, lo original, lo innovador, pero pareja a esa hay una facultad no tan bien comprendida que consiste en extraer belleza (u horror, o ambas cosas al tiempo) de lo normal, en extrapolar lo que rodea al escritor y convertirlo en material de escritura. Zenna Henderson convierte el medio rural de los Estados Unidos, los pueblecitos tan queridos por Bradbury, en otra cosa mediante la introducción de actores más que de ideas nuevas, de situaciones más que de grandes hechos. Y eso me parece que es lo que hace de este libro una novela tan buena. Porque la premisa básica del libro ha sido tan usada que no merecería la pena usarla ahora a menos que se vaya a decir algo realmente original. Esta premisa consiste en que un grupo de extraterrestres ha naufragado en la Tierra y perdido contacto con el resto de su raza, no sólo fuera del planeta, sino también entre ellos ya que se han dividido en grupos formando pequeñas comunidades.
Esta idea puede parecer no sólo banal, sino también ridícula (¡Dios mío! ¡Los del pueblo de al lado son extraterrestres!) y si además sumamos el elemento principal común a la mayor parte de los personajes, que es el de ser maestras de escuela, ya raya en lo absurdo (¡Maestras de escuela del espacio exterior invaden la tierra!). Pero ojo, esto no es una crítica negativa, sino todo lo contrario: Estoy diciendo que la habilidad de Zenna Henderson para convertir esto en un maravilloso conjunto de historias acerca de lo que es ser humano, de las necesidades y pasiones del hecho de estar vivo y ser además un forastero en tierra extraña (ya sea desde el punto de vista de los humanos que interactuan con estas comunidades de exiliados o de los exiliados que interactuan con comunidades de humanos) es lo que convierte este libro en una pequeña obra maestra. Lo original aquí no consiste en la idea, ni quizás tampoco en el tratamiento de esta, sino en escribirla bien, en hacer que algo que podría parecer un guión de película de la productora Disney (me refiero a una serie de telefilmes de la Disney de una temática sospechosamente similar) se convierta en una pequeña maravilla literaria sin caer -aunque haciendo uso de algunos de ellos- en los tópicos más desagradables del género en lo que a ese campo se refiere. De un modo similar a Bradbury (pero todas las comparaciones son odiosas, y esta puede llegar a serlo más) Henderson se las arregla para pulsar las notas sensibles de lector sin caer en la trampa fácil sensiblera (algo en lo que a Bradbury a veces -pocas- si se le va la mano), para contar algo desde un punto de vista emotivo y sin embargo no convertirlo en una manipulación de emociones.