(Comentario de Alejo Cuervo publicado en el volumen Tránsito 6, ediciones Alejo Cuervo, colección Tránsito, número 6, edición de 1982. Derechos de autor 1982, Alejo Cuervo)
Y siguen las reediciones. Por lo visto en Bruguera no se van a romper los cuernos con esta nueva colección de libros: el próximo título anunciado es La amenaza de Andrómeda de Michael Crichton (comentado en "Vista atrás" en el Tránsito nº 5), también del fondo de esta editorial. Pórtico había sido publicado dentro de la colección Nova (nº 24) y ya no se encontraba, por lo que es de agradecer su reedición, más aún por el precio, curiosamente inferior al de la anterior.
Esta novela tiene en su haber, nada más y nada menos, que los premios Hugo, Nebula y John W. Campbell Memorial de l978. Entre eso y las constantes recomendaciones que me habían hecho de la misma, uno esperaba una auténtica maravilla... y lo es, no me ha decepcionado, aún con unos planteamientos mucho más sencillos, nada pretenciosos, de los que esperaba.
Se trata de una novela de SF hard al 100%, una de las obras cumbres dentro de esta tendencia, fluida, con amplio trasfondo, escenarios realistas, personajes creíbles y de una consistencia a toda prueba. Como ya señaló Miquel Más en su comentario de Homo plus (Tránsito nº 93 en "Vista atrás"), Pohl muestra un especial y nada desdeñable cuidado en la elaboración de los personajes, cuya compleja psicología suele constituir el eje central de novelas como la que ahora reseño.
Robinette Broadhead, narrador y protagonista de la historia, consigue abandonar su medio natal, las minas de alimentos de una Tierra donde predomina la miseria, en las que trabaja bajo condiciones extremas, por obra y gracia de la lotería. Puede así pagarse un pasaje a Pórtico y acceder al sueño de toda su vida: convertirse en prospector.
Pórtico es un pequeño asteroide en el que se descubrió un "almacén" de naves interestelares abandonadas por los Heechees, antiquísima civilización de la que no se sabe casi absolutamente nada, y los prospectores son las personas que las pilotan, esto es, que viajan en ellas con fines de exploración desconociendo su funcionamiento, posible destino y sin garantías de retorno. El aliciente es una participación en los beneficios comerciales que puedan obtenerse del viaje o alguna prima por observaciones de carácter científico que aporten algo significativo; en muchos casos existe también una prima de peligro. Un juego a vida o muerte en el que el puro azar puede recompensar a los ganadores con un capital suficiente para retirarse de por vida y disfrutar del "Certificado Médico Completo", sólo accesible a los privilegiados de la sociedad capitalista tan cercana y estremecedora que describe el autor.
La personalidad de Robinette, sus dudas y miedos, y los lazos que le unen a los demás personajes, cada uno de los cuales arrastra su propia historia, se desarrollan en dos marcos presentados alternativamente en el libro: el ya perfilado de Pórtico, y el consultorio del psicoanalista robot Sigfrid con el que sigue tratamiento después de sobrevivir al primero. Entre ambos, completándose paso a paso, se logra un completo y lúcido análisis psicológico, sin duda alguna de los más logrados que haya leído nunca.
Todo esto es un pequeño esbozo de una obra dramática y profunda, a la que no creo haber conseguido hacer justicia.