CONTENIDO LITERAL

("2010: odisea dos", comentario de Raúl Duarte. Derechos de autor 1983, Raúl Duarte)

El recuerdo de 2001. Odisea del espacio [Nota de Términus: El título se encuentra en la enciclopedia como 2001. Una odisea espacial.] influencia esta segunda parte, que por sí misma es otra obra cumbre de la ciencia ficción. El autor, voluntariamente y pidiendo excusas, cambia el escenario de los sucesos de la primera parte, que quedan interrumpidos cuando Bowman viaja a través del super-espacio mediante la incomprensible tecnología de los "grandes galácticos". (Dicho sea al margen, las últimas observaciones de Japeto, el satélite de Júpiter que utilizara Clarke para dar andamiaje a la tecnología extraterrestre, parecen confirmar algunas predicciones inquietantes del novelista, como lo señala tácitamente Carl Sagan). En consecuencia, esta novela se desarrolla en las cercanías de Júpiter; mostrándonos la colaboración competitiva entre EE.UU. y la U.R.S.S., y el deseo de sobresalir de China, las tres superpotencias que encaran la búsqueda de Bowman, o mejor dicho, la investigación de su insólita desaparición en Japeto. Allí se desarrolla la mayor parte de la acción humana, sostenidamente narrada por Clarke con su conocida solvencia científica: A manera de espejo introduce a un nuevo personaje, el hindú Chandra, "padre" de la computadora que enloqueciera en 2001. Con todos estos personajes como base, se introducen los trozos metafísicos de un Bowman transfigurado en testigo del sistema solar, y -especialmente- de la raza humana. Así el autor expone ingeniosas ideas sobre nuevas fuentes de energía, ventanas al super-espacio, hipótesis sobre otras formas de vida, etc., dejándonos una insaciable sensación de querer saber más y más (¡por favor, muéstrenos el camino, somos estúpidamente soberbios, necesitamos de su ayuda para llegar a... !).
Dejando de lado algunos aspectos materiales, estimo que esta es una obra cumbre de la ciencia ficción clásica, y que -pese a ello- entreabre las puertas para otros estados de discernimiento y percepción. Dios quiera que en el futuro el espacio-tiempo mental de Clarke nos depare un tercer libro tan sorprendente y deslumbrante como estas dos "Odiseas" (cosa de seguir tratando de percibir el sentido del universo a través de su lectura y aprender un poco más acerca de cómo llegar a...). Conclusión: Lectura obligada para todos los que gusten de la ciencia ficción.