CONTENIDO LITERAL

(Extraído de artículos de José Carlos Canalda y Jacobo Cruces)

La Psicohistoria es una ciencia imaginaria creada por el escritor Isaac Asimov a finales de 1941 como base para su serie de la Fundación. La creación de la psicohistoria se presagia en un relato previo, "HOMO SOL", donde la psicología era presentada como una ciencia matemática refinada. Asimov aplicó sus conocimientos sobre la teoría cinética de los gases (moléculas de un gas moviéndose al azar dan como resultado un comportamiento total predecible) a un escenario inspirado en la conocida obra de Edward Gibbon THE HISTORY OF THE DECLINE AND FALL OF THE ROMAN EMPIRE (HISTORIA DE LA DECADENCIA Y CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO), con un éxito tal que la serie de la Fundación se ha convertido en uno de los grandes clásicos de la ciencia-ficción mundial y en uno de los referentes básicos sobre Imperios Galácticos.
Al principio de FUNDACIÓN se nos presenta a Hari Seldon, matemático que predice a través de la psicohistoria no sólo el colapso del Imperio Galáctico, sino también un largo interregno de barbarie de 30.000 años. El plan de Seldon para disminuir el período de colapso a sólo un milenio tiene a la psicohistoria como herramienta predictiva fundamental. Los análisis psicohistóricos son en realidad análisis de probabilidad, aunque en muchos casos alcanzan casi el grado de certeza. La psicohistoria se fundamenta en dos axiomas:
1. El análisis psicohistórico debe realizarse y es aplicable sólo a un gran número de individuos: la población humana de la galaxia, trillones de personas. Sólo así es posible un tratamiento estadístico válido. La psicohistoria no puede predecir el comportamiento de individuos aislados, igual que aún conociendo el comportamiento macroscópico de un gas no podemos predecir el comportamiento de una única molécula.
2. Para que el análisis psicohistórico sea válido es necesario que el grupo estudiado desconozca las conclusiones del análisis; sólo así su reacción es realmente casual.
Uno de los puntos más interesantes de la psicohistoria, sobre el que Asimov hace hincapié constantemente, es el enfrentamiento entre el libre albedrío y el determinismo histórico. En varias ocasiones la psicohistoria es capaz de predecir el comportamiento de individuos aislados. Esto parece violar el primer axioma de la psicohistoria. Sin embargo, esas predicciones son consecuencia de lo que Asimov llama "la mano muerta de la inevitabilidad social", las tendencias sociales y económicas sobre las que la psicohistoria basa su análisis.
Otro punto destacable es que la psicohistoria no puede predecir acontecimientos fortuitos, por cuanto no pueden deducirse de las variables económicas y sociales. De esta manera, el plan de Seldon se enfrenta a la posibilidad del fracaso con la aparición del Mulo, un mutante que por propia naturaleza es algo impredecible, y por su naturaleza un factor de cambio poderoso. De nuevo se trata del enfrentamiento entre la teoría del líder como motor del cambio social contra el determinismo y la inercia de la sociedad.
Por otro lado, tras la previsión de la decadencia y colapso final del Imperio gracias a la psicohistoria, y con el fin de paliar y acortar el período de 30.000 años de barbarie profetizado por la psicohistoria, Seldon consigue que se establezca un refugio de científicos, La Fundación, en el planeta Términus, cuyo supuesto objetivo es elaborar una Enciclopedia Galáctica que contendrá todos los conocimientos humanos y permitirá reducir el interregno de barbarie a un único milenio.
A lo largo de la serie Asimov revela que el auténtico propósito de la Fundación es servir de germen a un nuevo Imperio Galáctico, y va desarrollando el auge de la Fundación hacia el destino previsto por la psicohistoria mientras se enfrenta a los restos del Imperio, a los planetas vecinos ávidos de apoderarse de su tecnología, y a toda una serie de enemigos que incluyen a la Segunda Fundación, también instaurada por Seldon para controlar el curso de los acontecimientos.
Los relatos de la serie de la Fundación fueron recogidos a principios de los años 50 en tres fix-up, FUNDACIÓN, FUNDACIÓN E IMPERIO y SEGUNDA FUNDACIÓN. En 1966 estas obras fueron galardonadas con un premio Hugo especial a la mejor serie de ciencia-ficción de todos los tiempos, y siguen siendo citadas en todas las listas como una de las mejores obras del género. En la época en que aparecieron los relatos en forma de libro, Asimov escribió tres novelas que, aunque independientes del ciclo de la Fundación, se encuadran en su mismo marco narrando los acontecimientos anteriores a la trilogía que llevarían al Imperio Galáctico: UN GUIJARRO EN EL CIELO, LAS CORRIENTES DEL ESPACIO y EN LA ARENA ESTELAR.
Puesto que los acontecimientos narrados en la trilogía tan sólo abarcan los primeros siglos del interregno de un milenio establecido por Asimov para el establecimiento de un nuevo Imperio Galáctico, varias décadas después de haber escrito los tres volúmenes este autor abordó la continuación de la serie escribiendo LOS LÍMITES DE LA FUNDACIÓN.
Asimov emprendió entonces la tarea de enlazar la recuperada serie con el universo descrito en sus relatos de robots positrónicos y en las novelas BÓVEDAS DE ACERO, EL SOL DESNUDO y LOS ROBOTS DE AURORA. Esta tarea cristalizó en la novela ROBOTS E IMPERIO, en donde se narra la expansión de la humanidad por la galaxia y se conecta con los hechos de UN GUIJARRO EN EL CIELO y restantes. Para completar su labor, escribió también dos precuelas de la trilogía inicial donde se narran los episodios de la vida de Hari Seldon previos al nacimiento de la psicohistoria (PRELUDIO A LA FUNDACIÓN y HACIA LA FUNDACIÓN), y una última novela FUNDACIÓN Y TIERRA, que sirve de epílogo a la serie y en la que se vuelven a enlazar dos tramas que en principio eran diferentes.
Tras el fallecimiento de Isaac Asimov otros escritores se han encargado de continuar su inconclusa serie, y así hemos podido leer otras tres novelas ambientadas en el universo de la Fundación, EL TEMOR DE LA FUNDACIÓN, FUNDACIÓN Y CAOS, y EL TRIUNFO DE LA FUNDACIÓN, escritas respectivamente por Gregory Benford, Greg Bear y David Brin. Algunos otros escritores han participado igualmente en un proyecto llamado ASIMOV Y SUS AMIGOS. EN TORNO A FUNDACIÓN, que incluye algunos relatos excelentes como EL ORIGINISTA, de Orson Scott Card.