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CONTENIDO LITERAL
("A cabeza descalza", comentario de Sebastià Bosch. Derechos de autor 1981, Sebastià Bosch)
Una idea original: la Tercera Guerra Mundial ha usado y abusado [tanto] de las drogas psicodélicas como armas que han configurado, finalmente, un nuevo mundo y unas nuevas psicologías. En palabras del mismo Aldiss: "toda la cultura queda "flipada" después de la acid head war, y el personaje central, Charteris, es considerado como un Mesías. Pero un poder como el que posee, procede de la abnegación y, cuando se ve a sí mismo al borde de creer en su propia capacidad para obrar milagros, abandona deliberadamente el papel de Cristo" (Billion year spree, pág. 324).
La novela procede de los relatos publicados (en otro orden) en las revistas New worlds e Impulse. Aldiss agradece a sus editores y a P.D. Ouspensky (filósofo ruso 1878-1947) y "al Procol Harum de Su blanca palidez" la misma existencia de la novela, en una curiosa mezcla de referencias filosófico-literario-musicales.
Se trata pues de un experimento entre literario e ideológico que intenta reflejar las características de un mundo impregnado por el ácido y la droga y sus consecuencias. Pero Aldiss se mantiene lejos de cualquier afán moralizante, y se trata, ante todo, de un intento de descripción en el que se usan, en una especie de antinarración, multitud de técnicas de escritura, entre las que destacan las reminiscencias de lo que Joyce intentara en su Finnegans Wake.
Lejos de nosotros la estulticia de que hace gala un crítico (por otra parte tan conocedor del tema) como F. P. Fuenteamor en el Zikkurath revista 1: "...lo que Aldiss ofrece es una extrapolación bastante pedrestre de una forma cultural que sólo conoce de oídas o leídas. Como bien reza el viejo adagio: "Quien quiera peces que se moje el culo" y, Aldiss, me consta, no ha llegado a mojarse ni los pies. Para hablar y escribir de la droga hay que haberse dejado deslizar a través de sus fáciles, peligrosos y a veces, irreversibles toboganes...".
Parece éste un método curioso de descalificación, por cuanto nadie le ha pedido a LeGuin ser hermafrodita para apreciar la bondad de La mano izquierda de la oscuridad, y aunque Frank Herbert se parece poco a un Freemen eso no ha impedido el reconocimiento general de Dune. Aunque me temo que el tema sea vidrioso por las connotaciones de "caso especial", que tanto sus amantes como sus detractores confieren a las drogas psicodélicas. En cualquier caso no parece en absoluto un argumento serio para desvalorizar la obra.
Obra que, por otra parte, está generalmente reconocida como un verdadero tour de force y que une a su propia dificultad estructural el problema del lenguaje en el que la inventiva y la habilidad literaria de Aldiss destacan especialmente. Una sincera felicitación a Jesús Gómez García por la difícil y adecuada traducción que ha realizado.
Y volviendo al tema de la novela cabe decir que, prejuicios aparte, la idea de un mundo "flipado" lleva pareja la presencia de una novela también en cierto grado "flipada", difícil de seguir si nos queremos atener al orden narrativo clásico. El paso del protagonista por las distintas zonas de Europa, en las que los efectos de la guerra han sido diversos, permite al autor aumentar o disminuir el grado y nivel del efecto de las drogas. Por ello el ambiente y contexto "flipado" de la novela variará, mostrando altibajos en las estructuras meramente racionales del protagonista y exigiendo un considerable esfuerzo de lectura al ser necesario seguir esos altibajos y adaptarse a ese ascenso relativo de la urdimbre lógica de lo que está sucediendo en el relato.
Se trata pues de un experimento interesante y que, pese a todo, no conduce a una lectura apasionada. Repito que hay que hacer un cierto esfuerzo para continuar una vez pasados los primeros capítulos y se ha visto ya la estructura de la obra y su alcance. En cualquier caso, la calidad literaria del texto y ese tema que el propio Aldiss apunta sobre el mesianismo y su propia realimentación, permiten mantener vivo el interés hasta el final. Uno, (al menos yo) acaba convencido de haber leído un buen libro, aunque dudo mucho de que pueda ocurrírseme releerlo por completo algún otro día...
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