|
CONTENIDO LITERAL
("Una investigación filosófica", comentario de Alejo Cuervo. Derechos de autor 1997, Gigamesh)
Hace ya unos cuantos meses, la prensa nacional recibió a bombo y platillo el último "descubrimiento" de Anagrama, Una investigación filosófica, del británico Philip Kerr. La novela, de evidentes pretensiones "cultistas", no deja de ser una mona vestida de seda, y su recibimiento parece responder a la necesidad de reivindicar un par de nuevos genios por temporada. No es algo que tenga demasiada trascendencia, pero siendo un thriller de cf, sorprende que su carácter genérico esté realzado en los textos de contraportada. Entre otras glosas, llama la atención la cita siguiente: "Es como Blade Runner escrito por Borges."
La novela está ambientada en Londres a principios del próximo siglo, con plena integración europea en marcha y todo eso. Presenta a una inspectora de policía que investiga una cadena de asesinatos cometidos por un psicópata obsesionado con la obra de Wittgenstein. El autor ahonda progresivamente en ambos personajes, criminal y policía, ofreciendo por un lado un contraste indirecto de las motivaciones de ambos -en la línea que consagró popularmente El silencio de los corderos-, y por otro una comparación bastante atractiva entre los términos de una investigación policial y una filosófica, aspecto este último cuyo interés puede quedar tamizado por el conocimiento que tenga el lector de la obra de Wittgenstein.
El conjunto, con sus personajes estereotipados y su uso algo tímido de diversos elementos de género, es ágil, agradable e inofensivo, ideal para poder demostrar que se está al día si se tercia (aunque a estas alturas debe ser un poco tarde para eso...). Salvo que uno tropiece con su cualidad más llamativa: el texto es decididamente pedante y está plagado de referencias "literarias" de interés cuanto menos discutible. Con todo, forman parte de un juego al que, en definitiva, no es necesario prestarse, aunque sospecho que habrá influido bastante de cara a su presentación en sociedad. Por cierto, que el traductor, no se sabe si a propósito, se declara cómplice entusiasta de la movida y se dedica a señalar machaconamente en notas al pie el origen de cada una de las citas que detecta, detalle molesto para el lector al que le traen sin cuidado. Una investigación filosófica, desvestida de las pretensiones con las que se nos ha vendido por estos pagos, es una novela agradecida y agradable de leer, cuya lectura se puede recomendar a lectores de dentro y de fuera de las barreras del género. De hecho, sus características y las de su campaña de promoción, sumado a que Anagrama acaba de repetir con otra novela del autor (que también parece cf) y El cromosoma Calcuta (comentada por Julián algo más atrás), parecen confirmar sin duda la idea de un cierto grado de normalización del género. Con suerte, un día nos levantaremos por la mañana y, en el escaparate de la librería de la esquina, nos encontraremos sorprendidos con que algún otro editor de prestigio han puesto a la venta el primer libro de la... ¿Biblioteca Philip K. Dick?
|