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CONTENIDO LITERAL
("Varias percepciones", comentario de Julián Díez. Derechos de autor 1995, Gigamesh)
Y ya que tanto he hablado de autores de fuera que entran en el género, ahora es el momento de dirigir una breve mirada a los escritores que son considerados tradicionalmente de nuestro bando y que tienen buena prensa en la dirección inversa. De hecho, es difícil saber de qué lado estuvo Ángela Carter a lo largo de toda su carrera, aunque en este bando siempre haya encontrado abierta simpatía y respaldo crítico. La última novela suya publicada por Minotauro, Varias percepciones, está claramente fuera del género para tomar un rumbo próximo al del existencialismo. La aventura personal del protagonista, enmarcado en un microuniverso con símbolos propios, está descrita con pulso firme y un tono dotado de inusual convicción. Además, la novela es lo suficientemente breve como para no caer de lleno en el aburrimiento hacia el que podría degenerar una historia de estas características. Su inclusión en estas líneas, en las que puestos a ser puristas no debería figurar, tiene un doble sentido como aviso: no, no es de género; sí, sí es una buena novela.
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