Uno de los clásicos temas de la novela de aventuras y, por derivación de ellas, de muchas novelas fantásticas es la investigación del hábitat bajo la corteza terrestre. Al fin y al cabo la porción superficial conocida es enórmemente exigua con respecto a toda la ignota profundidad. Aunque no es necesario descender mucho para ambientar un relato: también son útiles las cavernas, las profundidades abisales... cualquier cosa que no sea lo cotidiano. |