DATOS BIOGRÁFICOS Y BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA NO FANTÁSTICA

Datos biográficos: (Obtenidos sobre todo de Cuasar 14) De nacionalidad estadounidense. El 30 de septiembre murió de un fallo cardíaco. Es probablemente el escritor de CF que más ha influido en las vanguardias del género desde la New wave hasta los ciberpunks.
Había nacido en Nueva York el 18 de diciembre de 1913 en el seno de una familia judía que tenía una actitud liberal hacia la religión. Estudió Ciencias y Artes en la Universidad de Pennsylvania en Philadelphia. Posteriormente leyes y protozoología en Columbia y en la universidad de Nueva York. En 1936 se casó con Rolly Coulko, una actriz de cierto éxito, de quien se divorció a mediados de los setenta.
Entro en la CF cuando envió un cuento, mientras estaba en la escuela de leyes, a Thrilling wonder stories. Mort Weisinger, el director de la publicación, le ayudó a pulirlo y le sugirió que lo enviara a un concurso para escritores noveles que estaba organizando Thrilling wonder stories. El cuento era "The broken axiom", y ganó el premio, siendo publicado en el número de abril de 1939. Gracias a su rápido éxito, Bester dejó la escuela de leyes y se dedicó a escribir, vendiendo trece cuentos en los siguientes tres años, entre los que destacan "Adán sin Eva" y "Odi e Id", y la novela corta Adán sin Eva (1941), "The push of a finger" (1942) y "El infierno es eterno" (1942), particularmente este último que exhibe algunas características de su obra posterior: cinismo, barroquismo y agresividad, produciendo imágenes duras y brillantes en rápida sucesión.
Después de la publicación de estas historias concluyó el primer período de Bester como escritor de CF. Siguió a varias personalidades de la CF como su amigo Mort Weisinger, Otto Binder y Manly Wade Wellman, que ingresaron en el campo de los comics books trabajando en series de la DC como Supermán y Batman. Posteriormente ingresó en los medios radiofónicos, escribiendo guiones para Charlie Chan y The shadow. Cuando los dramas radiales pasaron a la televisión, él siguió el movimiento. Sin embargo, el cambio de ambiente no le satisfizo; además, en aquellos años el maccarthismo comenzaba a hacerse notar. Se sintió frustrado y decidió volver a escribir CF. Para ese entonces -1950-, su recorrido profesional le había dado un fuerte entrenamiento en la visualización, fuerza, economía y diálogos de la historia.
Horace Gold lo incitó para que escribiera su primera novela, El hombre demolido, serializada en Galaxy entre enero y marzo de 1952. Este libro ganó el primer premio Hugo y el segundo premio Internacional de Fantasía, pero esto apenas alcanza para significar su peso en aquellos años. En ella el industrial Ben Reich comete un asesinato y es finalmente atrapado por un detective telépata, Line Powell, y se le obliga a una cura de lavado de cerebro. Su ritmo, estilo, pasión y la pirotecnia del lenguaje hacen la historia extraordinaria. La sociedad futura es evocada con cortantes detalles; el héroe es un conductor lleno de recursos cuyas obsesiones son explicadas en términos freudianos que parecerían demasiado embarazosos si no fueran expresados con la misma ironía escéptica y dolorosa que cubre toda la novela.
En 1953, Bester publicó una novela satirizando la TV: Carrera de ratas (The rat race, Barcelona, Júcar, 1986). Poco después se mudó a Europa, donde su mujer trabajaba como actriz mientras él escribía CF. Su segunda novela, Las estrellas mi destino, también conocida como ¡Tigre! ¡Tigre! (The stars my destination o Tiger! Tiger!, fue escrita en Roma y publicada en 1956. Cuenta la historia de Cuy Foyle, cuya pasión por una venganza lo transforma de un iletrado vagabundo en un superhombre trascendente y ambiguo.
La popularidad de sus dos primeras novelas de algún modo ha eclipsado sus brillantes doce cuentos del segundo período. Entre ellos merecen destacarse "El tiempo es el traidor" (1953), "El hombre Pi" (1953), "Afectuosos Fahrenheit" (1954), "5.271.009" (1959), "Los hombres que asesinaron a Mahoma" (1958) y "The devil's invention" (1950). La mayor parte de sus cuentos se pueden encontrar en dos volúmenes publicados por Visión Libros: Oh luminosa y brillante estrella y La fantástica luz (Star light star bright, 1976, y The light fantastic, 1976, respectivamente), aparecidos entre 1984 y 1985, y en El lado oscuro de la Tierra (The dark side of the Earth, 1964), publicada por Dronte en 1976.
A fines de los cincuenta comenzó a trabajar en la revista Holiday, donde llegó a convertirse en director literario. Durante el período en que perteneció al equipo de la revista dejó de tener contacto con la CF salvo una efímera sección de comentarios bibliográficos en The magazine of fantasy & science fiction a principios de los años sesenta. Cuando Holiday cerró a mediados de los setenta volvió a escribir CF.
En 1974 publicó "La fuga de cuatro horas", que marcó el inicio de su tercer período dentro del género. Un año más tarde apareció su tercera novela, Computer conection (Barcelona, Acervo, 1979), bien recibida pero que sin embargo, no alcanza el nivel de sus libros anteriores. Se la considera como el antecedente más directo del movimiento ciberpunk. Le siguieron otros dos libros: Golem100 (1980, Barcelona, Adiaz, 1981), que continúa sus experimentaciones con el texto, palabras combinadas, notas musicales y dibujos de Jack Gaughan, basados en las propias ideas de Alfred Bester, y The deceivers (1981), donde el protagonista se embarca en un fabuloso viaje estelar en busca de su amante secuestrada.
Estaba anunciado como Huesped de Honor para la convención mundial de CF que se llevó a cabo en Brighton un mes antes de su muerte, pero mientras se recuperaba de una rotura de cadera tuvo un accidente y volvió a romperse la cadera y un brazo. Su salud empeoró y tampoco pudo enviar una videograbación a la convención como era su intención. Finalmente se tuvo que internar en una casa de recuperación con cuidado de enfermeras las 24 horas.
A mediados de año el comité ejecutivo de la SWFA había dedicido otorgarle el premio Gran Maestro de 1987. Este será presentado póstumamente en mayo del próximo año.
Tal vez Alfred Bester haya sido el único escritor de CF que no fue discutido por ninguna de las vanguardias del género. Fue un maestro para la generación del 50, para la New wave, para la New thing, para los escritores surgidos en el 70 y para los ciberpunks de los 80. El peso de su influencia, a pesar de lo exiguo de su obra -cinco novelas y treinta cuentos-, nos puede dar una idea aproximada de su talento.