CONTENIDO LITERAL

("Un respaso a los Óscar", artículo de Marco Antonio Robledo. Derechos de autor 1995, Marco Antonio Robledo)

Dado que la principal novedad del mundo del cine ha sido la reciente ceremonia de entrega de los premios Óscar, creo conveniente empezar la entrega de este mes con una breve referencia a los mismos.
Tradicionalmente, estos premios han tenido bastante olvidado al género fantástico y de ciencia ficción en cuanto a galardones se refiere. Las películas del género que han recibido estatuilla, lo han hecho casi exclusivamente en categorías técnicas, como efectos especiales, efectos de sonido, maquillaje y vestuario. No deja de ser curioso este veto de facto que los miembros de la Academia ponen a las películas fantásticas cuando en los Óscars si algo se premia es la comercialidad (¿calidad artística?, eso da dinero señores míos), y la lista de películas más taquilleras de la historia del cine está prácticamente copada por películas del género fantástico y de ciencia ficción. Pese a ello el olvido al que se las relega es casi mayor que el otro de los grandes géneros del cine: el western. Aparentemente, ambos géneros no son lo suficientemente serios como para aspirar a los Óscar mayores.
Este año no ha sido una excepción, a la norma antes descrita, pese a que el año ha sido relativamente prolífico en cuanto a producción de obras de fantasía y ciencia ficción interesantes y que podrían considerarse como "serias". Recordemos obras como Frankenstein y Entrevista con el vampiro (a las que dedicaremos atención especial en el próximo número) y los dos últimos trabajos de Tim Burton, esa obra maestra de la animación variante stop motion titulada Pesadilla antes de Navidad y Ed Wood que aunque es una biografía, su protagonista el peor director de la historia del cine, estaba especializado en trabajos de serie B y exploitation movies del género fantástico (al menos Martin Landau ha recibido el merecidísimo Óscar a mejor secundario por esta película).
En cuanto a las galardonadas, pese a que entre las candidatas había películas del interés de Balas sobre Broadway (la enésima maravilla de Woody Allen), Quiz show, Pulp fiction y la inesperada Cadena perpetua, como se esperaba la nefasta Forrest Gump arrasó. No esperaba más de los señores académicos, pero en lo más hondo de mi corazón y pese a los malos augurios de los Globos de Oro esperaba que consideraran que una película tan simplona, simplificadora, plagiaria (es una calcomanía de fragmentos de Nacido el 4 de julio, Rain man -¿cómo se le puede dar el Óscar al mejor actor a alguien que prácticamente copia la mediocre e histriónica composición de Dustin Hoffman?- e influencias Caprianas varias) y reaccionaria (la narración en off de Forrest contiene sentencias del calibre de "nadie se ha metido en líos si ha cerrado la boca" o "gente con la que no hay que ser respondón: tu maestra, los sargentos, la policía, y tu madre" que desprenden un tufo fascistoide insoportable y el que todos los personajes marginales o contestatarios reciban su "merecido", castigos como invalidez, SIDA, etc. Es otro buen signo de ello) no merecía ni ser candidata. Pero evidentemente no fue así, y Forrest Gump o "sé idiota y serás buen americano" se llevó seis Óscars.
En cuanto a novedades en cartel poca cosa o nada. Ya he dicho que de Frankenstein y Entrevista... hablaré en BEM 46, y me niego a hablar de una insulsez de la magnitud de Escape de Absolom (por mucho que el siempre correcto Ray Liotta trate de darle un poco de dignidad al descalabro general).
Por lo que a próximos estrenos se refiere, la tercera parte de Batman estará en cartel el próximo verano con novedades importantes: nuevo director, nuevo protagonista y nuevos villanos. El nuevo Batman será Val Kilmer, famoso por su interpretación de Jim Morrison en The doors de Oliver Stone. Probablemente dé mejor para el papel que Michael Keaton pues aparte de no desmerecer demasiado a Keaton en cuanto a calidad interpretativa (aunque en mi opinión Keaton es mejor actor), su elevada estatura (cerca de dos metros), porte atlético y mandíbula cuadrada le hacen más creíble que a su antecesor que debía ir con alzas dada su corta estatura e innumerables rellenos. En su contra tiene un aspecto de All-American-Boy que no tiene nada que ver con el porte refinado del millonario Bruce Wayne. Los nuevos villanos son El Acertijo (interpretado por el histriónico Jim "La Máscara" Carrey) y "Dos Caras" (Tommy Lee Jones). El cambio de Tim Burton por Schumaker es lo que más me asusta, pues el curriculum de Schumaker (con calamidades como Jóvenes vampiros y Línea mortal por citar las más presentables) no es de lo más brillante y su esteticismo videoclipero en nada puede compararse a la capacidad atmosférica y al sentido de lo morboso de Burton. Pero eso sólo el tiempo nos lo dirá.