CONTENIDO LITERAL

("Suscripciones", editorial de Pedro Jorge Romero. Derechos de autor 1995, Pedro Jorge Romero)

Siendo BEM como es una revista no comercial, dependemos casi exclusivamente de la aceptación de los lectores. Por suerte, los lectores de ciencia ficción han respondido bastante bien. Tenemos bastantes suscriptores y las ventas en librerías no van mal. Aparte de eso, la tasa de resuscripción es muy alta: prácticamente todos los suscriptores renuevan su suscripción.
Nuestra política es, además, tener confianza en nuestros suscriptores. Si la suscripción de un lector se acaba, nosotros seguimos enviándole los números a medida que van saliendo (hay un límite, por supuesto), en la creencia de que realmente no desea cancelar su suscripción a BEM, sino simplemente que se ha despistado.
Esta política funciona normalmente bastante bien. Pero sin embargo, nos causa en ocasiones muchos problemas. Las reservas de BEM suelen ser limitadas. Tenemos normalmente dinero para cubrir un par de números por adelantado. Pero si en un momento dado se agotan las suscripciones de suficientes lectores nos encontramos con la necesidad de seguir produciendo y enviando números cada dos meses sin recibir entradas de capital. Ello nos obliga a hacer muchos cambalaches para seguir sacando BEM.
Por supuesto, podríamos interrumpir la edición de BEM hasta que tuviésemos dinero para hacerlo. Esta por cierto, ha sido la política de muchas revistas de las características de BEM. Mientras las ventas de los números anteriores no permitían sacar un número más, se interrumpía la producción. Pero nosotros no podemos hacerlo mismo.
Nuestro proyecto, al que llamamos BEM, no permite tales soluciones. Nosotros creemos que la periodicidad, la salida continuada de números, es más importante que casi cualquier otra consideración. Y además, creemos que los hechos nos han dado la razón. Después de todo, no son muchas las revistas en la historia de la ciencia ficción española que han podido estampar el número 44 en su portada. Y eso ha sido posible porque nuestra periodicidad, y la seriedad que eso implica, ha ganado la confianza de nuestros lectores. Sabemos que el triunfo que BEM representa, es tanto mérito de los lectores como nuestro. Ese contrato implícito entre lectores y editores es lo que nos impulsa a seguir produciendo número tras número y seguir manteniendo nuestra estricta periodicidad bimestral.
He contando esta larga historia para hacer una petición a nuestros suscriptores. Nos gustaría que cuando se agote su suscripción y si quiere seguir otorgándonos su confianza, se resuscriba en el menor plazo posible. De esta forma, podremos dejar de preocuparnos tanto por el dinero y podremos concentrarnos en seguir produciendo un BEM de calidad, que es, en el fondo, lo que todos queremos.