COMENTARIOS APARECIDOS SOBRE ESTE VOLUMEN

(Comentario de Alberto Santos publicado en el volumen Gigamesh 1, ediciones Alejo Cuervo, colección Gigamesh, número 1, edición de 1991. Derechos de autor 1991, Gigamesh)
Cyteen es una de esas novelas de tesis -ingeniería genética, alta política, psicología profunda- cuyo principal fin es desarrollar, ampliar y trascender el mensaje de la exposición. Desgraciadamente, se queda ahí, pidiendo sacrificios de atención al lector en una espiral de complicada y aburrida trama verdaderamente hard.
En mi opinión, la ciencia ficción debería esforzarse por divertir y ayudar a la evasión, y me refiero a la ciencia ficción por no hablar de la fantasía, la aventura, la novela negra o la mal llamada narrativa general.
Cherryh es una de las autoras que más seriedad muestra en sus tramas y personajes. Y no me refiero a la calidad de sus entramados estilísticos, sino a la tendencia a refugiar a los personajes en auténticas situaciones de tremendismo, con muy poco pie a la sátira o la vulgarización.
En Cyteen esto llega a un virtuosismo frío de novela-crónica que se encuentra muy lejos, por ejemplo, de Islas en la red, donde lo dramático da paso en algunos momentos al mito y lo legendario, para descanso del lector. Esta seriedad se hace agónica en algunas otras obras de Cherryh, como en la tetralogía El Libro de Morgaine, donde continuamente se crean y destruyen los mitos antiguos, aunque, por supuesto, el valor épico, terrorífico y tierno de estas novelas sea superior al de la que aquí nos ocupa.
Otras novelas de fantasía de la escritora -The dreamsrone, Rusalka, o El ángel con la espada (Edaf)- poseen la capacidad de evocar el sufrimiento trágico y el esfuerzo femenino, equiparándolo a lo viril pero dejando entrever un cierto romanticismo que contrarresta a tanta ejecutiva con ambiciones de poder como hay en Cyteen.
A fuerza de ser excesivamente realista, Cherryh ha conseguido la inimaginable frialdad de un auténtico clon.